Esta es mi visión sobre el Síndrome del Piramidal
El síndrome del piramidal o pisiforme es el síntoma que provoca la contractura e hipertensión de dicho músculo, el cual estrangula el nervio ciático en su escotadura.
Suele generar como síntoma, dolor irradiado, sentido como calambre o corriente, que recorre el glúteo y la parte posterior de la pierna.
Puede estar ocasionado, por una lesión del sacro en inclinación lateral, que hace que este se tense, o de la cadera, generalmente en rotación externa,( principal acción del piramidal) ya sea porque solemos mantener esa pierna cruzada cuando estamos sentados, o porque al andar o correr llevamos la punta del pie hacia afuera, lo cual es más perjudicial en corredores de media y larga distancia, pues, al dar más pasos hacen que este síndrome aumente a una velocidad exponencial comparada con el otro grupo.
En mi experiencia profesional propia, así como, en la de otros colegas de profesión, este síntoma se ha asociado frecuentemente a trabajadores del gremio de conductores, (camioneros, taxistas, choferes) que tienen el hábito de dejarse la cartera en el bolsillo posterior del pantalón, oprimiendo así, el musculo y el canal nervioso durante periodos largos de tiempo.
Aunque el origen de este problema, suele ser de origen idiopático para la medicina convencional, se da la paradoja que (desde mi punto de vista) que es uno de los cuadros clínicos con más híper diagnóstico erróneo, encontrando en este, un perfecto “cajón de sastre” donde poder depositar prácticamente cualquier síntoma de la región glútea.
Sin embargo, para la medicina no convencional su etiología la encuentra de formas muy variadas, con orígenes en desequilibrios musculoesqueléticos como los citados anteriormente, pero también por problemas viscerales.
No olvidemos, que el esqueleto, no es más que una percha donde se cuelgan los órganos y que, por ende, las malposiciones, inflamaciones o alteraciones de las vísceras traccionan, llevando a las estructuras del aparato locomotor a posturas nocivas que causan dolencias musculares, y el piramidal, no es una excepción.
En lo que se refiere a la relación piramidal- vísceras, tendremos que tener en cuenta a la próstata, el útero y como no el intestino como posibles causantes, sobre todo si la evolución con un método más tradicional no da los resultados esperados.
Por esto no es de extrañar que cada vez más, muchos profesionales compaginen su tratamiento músculo- esquelético y visceral, con lavados intestinales (hidroterapia de colon) para quitar adherencias, tensiones, peso y malposiciones, ya que estos han mostrado una probada eficacia en muchos tratamientos, principalmente lumbares y pélvicos.
Así que, como conclusión, en mi modesta opinión y una vez más, las terapias naturales, con su visión multidisciplinar y global, pueden resultar una muy buena alternativa en este caso también, para el conocido como SÍNDROME DEL PIRAMIDAL.
Gaby Diaz (Osteópata) Socio de COFENAT nº2120