jueves 17 de mayo de 2018
EL EMBARAZO Y SUS CLAVES
El embarazo es una de las cosas más maravillosas que tiene la naturaleza, el momento en el que una mujer alberga en su vientre lo que un día llegará a ser una persona como nosotros.
Pero, las mujeres que han tenido la fortuna de ser madres saben que este bonito acontecimiento suele provocar dolores musculo esqueléticos, ya que, durante este proceso el cuerpo cambia totalmente, sufriendo una auténtica metamorfosis, que se suele manifestar principalmente con dolores lumbares, pélvicos y sensación de pesadez en las piernas.
Aunque cada embarazo es único y particular, estos problemas suelen ser bastante generalizados ya que, durante el periodo de gestación, los ligamentos y tejidos blandos se laxan para facilitar el aumento de los diámetros de la pelvis, lo que unido al aumento de peso en la zona abdominal, suele dar como resultado un aumento de la lordosis fisiológica.
Esta postura, obliga al sacro a adoptar una posición más horizontal y como resultado obtenemos una tensión reaccional de toda la musculatura, encargada de provocar una faja lumbar y pelviana, así como, el lógico sufrimiento articular de los discos intervertebrales, principalmente los más bajos.
¿Cómo puede ayudar la Osteopatía?
Hay que tener en cuenta que, el tipo de trabajo se debe de abordar de forma individualizada teniendo en cuenta factores como, su condición física, el tiempo de gestación, la edad, si tiene perdidas, si es primeriza, y su estado de sensibilidad a las distintas técnicas que realicemos, seleccionando siempre técnicas más suaves y que no resulten agresivas principalmente durante los primeros meses.
Es frecuente que, tras pasar unos meses, con el aumento del abdomen las futuras mamás no puedan tumbarse boca abajo, por lo que es importante conocer variantes de las técnicas en otros decúbitos, tanto laterales como supino, así como, también es de mucha ayuda disponer de un tipo de sillas especiales para hacer del trabajo manual del tejido conectivo, la experiencia más cómoda posible para todas ellas.
Transcurridas aproximadamente 2 semanas de dar a luz, es conveniente revisar las alteraciones mecánicas, restaurar la movilidad, la ergonomía y tono muscular (especialmente el suelo pélvico y los abdominales con hipopresivos) lo antes posible, siempre y cuando, no se de una contraindicación explícita como por ejemplo una cesárea. De ser así, esperaremos para una la correcta cicatrización y procederemos igualmente.
Los Bebés
También creo que es necesario recordar a las madres que, la osteopatía, es capaz de reconocer y poner remedio, a muchos problemas del desarrollo musculo esquelético en las etapas más iniciales, para poder así prevenir patologías muy comunes que se suelen diagnosticar más tarde en los niños, cuando ya empiezan a deambular, como son las escoliosis , los pies planos o cavos y la diferencia de altura de las caderas para las que se ponen alzas de talón, con un tratamiento adecuado se pueden llegar a evitar éstas y muchas otras lesiones.
Conclusiones
Sería conveniente que, al igual que en muchos otros países, la Osteopatía fuera un método de abordaje en el embarazo y tras éste, estando en comunión, con el sistema sanitario público de salud e integrándolo. Aportaría un punto de vista y conocimientos propios, de los cuales carece dicho sistema, beneficiando así a pacientes y facilitando el trabajo de médicos, enfermeros, comadronas, etc.
Gaby Díaz -Osteópata
http://profesionalesterapiasnaturales