La Osteopatía es un método de salud natural, que a través de un sistema de evaluación y tratamiento eminentemente manuales pone especial atención en la estructura y en los problemas mecánicos del cuerpo.
Hay que dejar claro que la osteopatía no es ninguna pseudociencia ni nada místico, esotérico ni abstracto. Es una ciencia, porque es una disciplina que comprende un conjunto de conocimientos empíricos muy concretos basados en la anatomía, fisiología, biología, patología y otros, relativos a la salud, así como a la prevención y al tratamiento de las enfermedades, existiendo estudios científicos serios que lo demuestran.
La Osteopatía también es una filosofía y un arte que se rige por unos fundamentos (bases, conceptos, principios y práctica) propios y originales. Es una filosofía que se asienta sobre el concepto de integridad y armonía, existente en todos los seres vivos, entre la estructura (anatomía) y la función (fisiología). Y es un verdadero arte, porque se requiere destreza, habilidad y sensibilidad para su desarrollo manual.
¿CÓMO SE LLEVA A CABO?
Para ponerla en práctica primero hay que realizar un estudio pormenorizado de esa persona en concreto, pues un mismo problema afecta a las personas de forma muy diferente.
Para ello, realizamos una evaluación que consta de interrogatorio, visualización, palpación muscular, ósea y ligamentosa, tests de movimientos musculoesqueléticos, tests osteopáticos, así cuando se requiere otras pruebas especiales y neurológicas.
Cuando hemos realizado dicho estudio entenderemos mejor la naturaleza de las alteraciones encontradas y nuestro trabajo consistirá en devolver el equilibrio al cuerpo humano allá donde éste se encuentre perturbado, sea de manera directa o de manera refleja, para mejorar el cuadro clínico de la persona, siempre de manera manual y respetando los principios de homeostasis (autorregulación) que posee cada individuo a través de los sistemas linfático, circulatorio y nervioso.
Una vez realizado el trabajo osteopático se vuelve a realizar un estudio de la persona para valorar la eficacia del mismo y establecer posibles correlaciones y adaptar los cambios necesarios para sucesivas sesiones.
También es importante ejercer una labor didáctica indicando que es o no conveniente para que la persona evolucione favorablemente, ya sea en un ámbito social, postural, deportivo, laboral, etc.
¿QUÉ INDICACIONES TIENE?
Son muchas las personas que se pueden beneficiar de la Osteopatía, ya que abarca muchas de las áreas o especialidades médicas. Aunque la creencia popular suele asociar a la Osteopatía con trastornos del sistema musculoesquelético, esto no es cierto, pues la osteopatía tiene tres ramas que son indivisibles y se tienen que trabajar de forma global y holística pues estos sistemas se interrelacionan entre sí y si no entendemos esto no comprenderemos realmente qué es la osteopatía.
Estas ramas son:
• Osteopatía estructural: orientada al sistema musculoesquelético, es decir, básicamente a músculos, tendones, articulaciones y ligamentos.
• Osteopatía visceral: dirigida a los tejidos viscerales ya que las vísceras también sufren malposiciones, adherencias y problemas de deslizamiento que alteran su función orgánica y su motilidad.
• Osteopatía craneal o craneosacra: se realiza también de forma manual y se dedica a liberar la pequeña movilidad del cráneo que influye sobre el líquido cefalorraquídeo y las membranas meníngeas, pudiendo crear así como consecuencia alteraciones en los orificios y nervios craneales que desencadenan problemas en otras zonas o sistemas del cuerpo como los sistemas digestivos, vegetativos, respiratorios o nerviosos, entre otros.
La Osteopatía se puede emplear con carácter preventivo y en muchos casos de pérdida de salud a cualquier edad, en bebés, niños, adultos, embarazadas y ancianos. Esto es así porque contamos con un gran abanico de técnicas, algunas más fuertes y otras más suaves y nada invasivas que nos permiten trabajar a todo tipo de personas, incluso en gente en estado de dolor y sensibilidad muy agudo que necesita ser atendida inicialmente de forma delicada.
Aunque cabe destacar que la Osteopatía como mejor funciona es como elemento preventivo, la realidad es que en el día a día acuden a consulta personas con serios trastornos, muchas veces crónicos. Por lo que merece la pena resaltar el valioso papel de la Osteopatía como soporte o coadyudante de la medicina convencional, sobre todo en trastornos crónicos y degenerativos, para mejorar la calidad de vida de las personas.
Ya que las indicaciones de la Osteopatía son muy extensas y disponemos de un espacio limitado me ceñiré a nombrar solo algunas de ellas.
Las más comunes son evidentemente las relacionadas con el sistema musculoesquelético o aparato locomotor. Son las más atendidas y son responsables de un gran número de bajas laborales. Son causadas por nuestro estilo de vida, nuestra condición de bípedos expuestos a las fuerzas gravitatorias, así como por microtraumatiscos y traumas. Los osteópatas atendemos muchos problemas del raquis o columna vertebral que se dan en distintos estados desde simples lumbalgias, cervicalgias y dorsalgias provocadas por tensiones, sobrecargas o bloqueos de las vértebras, hasta las más complejas, protusiones o hernias discales, escoliosis o cifosis, de las cuales derivan también muchos dolores neurálgicos como ciáticas o cervicobraquialgias.
También el aparato locomotor es causa de nuestra atención: problemas como esguinces, tendinitis, bursitis, así como, las secuelas de cualquier operación ya que, en mi opinión, la Osteopatía ayuda a devolver el movimiento corporal mejor que cualquier otra disciplina.
Y por supuesto no nos podemos olvidar de los dolores crónicos y las enfermedades degenerativas, como la artrosis producida por un excesivo desgaste de las articulaciones, ya sea por la edad, por un factor hereditario o sencillamente por un mal uso de las mismas, que pudiéndose dar en cualquier zona también son muy comunes en espalda, rodillas, manos y pies, sobretodo, en personas de edad avanzada. Por otro lado también utilizamos la Osteopatía para tratar otras alteraciones que, a lo mejor, suenan menos conocidas pero, no por ello son menos importantes, como los vértigos, cefaleas, bruxismo, problemas gástricos como hernia de hiato, ginecológicos, diafragmáticos o respiratorios entre otros.
Como conclusión podemos afirmar que la Osteopatía está indicada para atender a un gran número de problemas y dolencias, que se ajusta a cada individuo y sus necesidades, siendo una disciplina que ayuda a mantener un estado de salud adecuado y es un gran aliado en la prevención de enfermedades.